sábado, 24 de octubre de 2009

Continuamos con el estudio de Otto Walter

El la presentación del informe, Paco Muro comentaba que se pierden muchas personas en el camino de ser jefes porque no saben pasar del hacer. Un jefe no tiene que hacer, tiene que hacer hacer.

Actuar a la altura de lo que requiere el cargo de jefe es algo que hay que aprender, y que obliga a cambiar de hábitos, actitudes y comportamientos.

Totalmente de acuerdo, pero ¿cuantas empresas forman a sus colaboradores para esta función?

Lo que ocurre actualmente es lo siguiente:

Las empresas suelen nombrar al que consideran mejor del departamento en la actividad de dicho departamento. Si es tornero, al mejor tornero.

En el mejor de los casos se le manda a un cursillo y con esta formación una persona debe dirigir a otros.

Sería mejor plantearse elegir al mas adecuado para esta función, pero se tiene el temor de que si no se elige al mejor (tornero en el ejemplo), este se irá.

Al cabo de poco tiempo lo que se consigue es un departamento con un gran profesional del oficio que ya no realiza su labor, con gente desmotivada que en el mejor de los caso se irá de la empresa.

Con lo fácil que hubiera sido ir formando a ese profesional, ver si puede ser capaz de ejercer la jefatura y si no lo fuera preparar a otro.

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